domingo, 3 de junio de 2012

La mensajera del diablo


El viaje cada vez se hacía más largo...pero quedaban solamente una hora, solamente ese tiempo para empezar mis estupendas vacaciones.
-¿Quieres comer algo?-le dije a Imai sacando la cesta del almuerzo.-Ya es la hora de comer.
-Sí, estaría bien.-sonríe y comenzamos a comer juntos.
Hablamos de lo que podríamos hacer cuando llegáramos, la que hablaba más era yo, Imai solo asentía cuando le preguntaba algo e intentaba muchas veces cambiar de conversación. Lo que resultaba un poco molesto.
Terminamos de comer y recogí las dos fiambreras envueltas en un pañuelo de tela rosa y azul.-para saber diferenciar el suyo con el mio ya que a él le había echo un almuerzo especial.- Imai seguía leyendo el libro cuando empezó a sonar mi móvil.
-Lo cogeré.-sonrío y salgo hacia un espacio que hay entre los dos vagones para hablar mejor.-¿Sí?
-¿Sora?.-se oye la voz de una mujer, la voz es aguda y parece áspera.
-¿Con quien hablo?-pregunto con una voz tranquila y amable.
-Yo...soy la madre de Lily...-dice temblorosa.
-¡Hola! ¿como está Lily?-sonrío y cambio la voz a una más graciosa y divertida.
-Lily a muerto.
Me quedé quieta. Con los ojos en blanco, sin hacer nada...notaba como poco a poco las piernas no me respondían, como mi labio temblaba.
-¿co...mo?-repito por si era una broma.
-Lily se ha suicidado...-dice su madre nerviosa.
-Eso...es...¡Mentira!-grito mientras caigo al suelo de la impresión.-¡Mentira, mentira, mentira...!
-Sora...se suicidó ayer por la noche, se tiró desde la azotea de nuestro piso...decía que se sacrificaría por el diablo...lo tomamos como una broma...pero vimos como caía...su cuerpo quedó destrozado...-dijo con varias pausas por culpa de recordar esos momentos.
-no...eso es...¡Imposible! ¡mientes!
Colgué rápidamente y me dirigí corriendo al baño...no dejaba de llorar lo que me produjo nauseas y acabé vomitando. Me lavé la cara, pero no podía dejar de llorar, imaginar la escena de como Lily caía rápidamente hasta estrellarse contra el suelo...era algo...imposible, ella parecía feliz...estaba bien. ¿A que vino lo del diablo? ¿Que clase de tontería era esa?
-Señorita sora...-dijo una voz detrás de la puerta.
-¿Quien es?-dije intentando disimular que estaba bien.
-Veo...que el diablo ha sacrificado a la primera presa...-dijo una voz mezclada luego con una risa malévola.
-¿Quien eres?-dije gritando asustada.
-¿quien soy?-se preguntó a si misma.-Yo...soy la mensajera del diablo.
Abrí la puerta rápidamente, pero no había nadie...todo había vuelto a la normalidad. Grité, pero nadie venía, parecía que estuviera en una burbuja de oscuridad...simplemente estaba sola...

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