El
viaje cada vez se hacía más largo...pero quedaban solamente una
hora, solamente ese tiempo para empezar mis estupendas vacaciones.
-¿Quieres
comer algo?-le dije a Imai sacando la cesta del almuerzo.-Ya es la
hora de comer.
-Sí,
estaría bien.-sonríe y comenzamos a comer juntos.
Hablamos
de lo que podríamos hacer cuando llegáramos, la que hablaba más
era yo, Imai solo asentía cuando le preguntaba algo e intentaba
muchas veces cambiar de conversación. Lo que resultaba un poco
molesto.
Terminamos
de comer y recogí las dos fiambreras envueltas en un pañuelo de
tela rosa y azul.-para saber diferenciar el suyo con el mio ya que a
él le había echo un almuerzo especial.- Imai seguía leyendo el
libro cuando empezó a sonar mi móvil.
-Lo
cogeré.-sonrío y salgo hacia un espacio que hay entre los dos
vagones para hablar mejor.-¿Sí?
-¿Sora?.-se
oye la voz de una mujer, la voz es aguda y parece áspera.
-¿Con
quien hablo?-pregunto con una voz tranquila y amable.
-Yo...soy
la madre de Lily...-dice temblorosa.
-¡Hola!
¿como está Lily?-sonrío y cambio la voz a una más graciosa y
divertida.
-Lily
a muerto.
Me
quedé quieta. Con los ojos en blanco, sin hacer nada...notaba como
poco a poco las piernas no me respondían, como mi labio temblaba.
-¿co...mo?-repito
por si era una broma.
-Lily
se ha suicidado...-dice su madre nerviosa.
-Eso...es...¡Mentira!-grito
mientras caigo al suelo de la impresión.-¡Mentira, mentira,
mentira...!
-Sora...se
suicidó ayer por la noche, se tiró desde la azotea de nuestro
piso...decía que se sacrificaría por el diablo...lo tomamos como
una broma...pero vimos como caía...su cuerpo quedó
destrozado...-dijo con varias pausas por culpa de recordar esos
momentos.
-no...eso
es...¡Imposible! ¡mientes!
Colgué
rápidamente y me dirigí corriendo al baño...no dejaba de llorar lo
que me produjo nauseas y acabé vomitando. Me lavé la cara, pero no
podía dejar de llorar, imaginar la escena de como Lily caía
rápidamente hasta estrellarse contra el suelo...era
algo...imposible, ella parecía feliz...estaba bien. ¿A que vino lo
del diablo? ¿Que clase de tontería era esa?
-Señorita
sora...-dijo una voz detrás de la puerta.
-¿Quien
es?-dije intentando disimular que estaba bien.
-Veo...que
el diablo ha sacrificado a la primera presa...-dijo una voz mezclada
luego con una risa malévola.
-¿Quien
eres?-dije gritando asustada.
-¿quien
soy?-se preguntó a si misma.-Yo...soy la mensajera del diablo.
Abrí
la puerta rápidamente, pero no había nadie...todo había vuelto a
la normalidad. Grité, pero nadie venía, parecía que estuviera en
una burbuja de oscuridad...simplemente estaba sola...