Hacia
ya mucho tiempo que quería salir de la gran ciudad en la que vivía
para irme de viaje de verano con mi novio a un pequeño pueblo del
que nos habían hablado, tan solo teníamos 16 años, pero eran
suficientes para poder alquilar una pequeña casita en la pequeña
aldea de “Akuma no Tamashi”.
Mi
novio se llama Imai y es un joven atractivo-como cualquier novia
diría de su novio-y le gusta mucho el deporte. Digamos, que es el
típico chico popular del instituto en la que todas las chicas van
detrás de él por sus preciosos ojos verdes y su cabellos negro como
el carbón-lo cuál me llamó mucho la atención cuando nos conocimos
hace unos años; nuestro encuentro no fue mas que un simple choque,
yo repartía los periódicos del instituto y un día nos chocamos, se
ve que en aquel entonces él era nuevo y comenzamos a hablar, así,
hasta salir unos meses después.- Le encantan los animales, siempre
tan atento en el instituto de darle la comida a las gallinas. Su voz
era tan dulce y cálida...cada vez que me decía que me quería,
sentía como si estuviera en el mismísimo paraíso. Era muy
elocuente, tenía la capacidad de con cada palabra que decía hacer
cambiar la opinión de la gente y poner a la gente a su favor.
¿Que
decir de mí? Me llamo Sora, puede ser un nombre
masculino-mayoritariamente se utiliza para los chicos.- pero en este
caso no. Me considero la típica chica tímida la cuál no sobre sale
entre la gente del instituto, prefiero ser más discreta, que la
gente no sepa mucho de mi. Suelo vestir con vaqueros y camisetas
anchas.-simplemente por pura comodidad.- Lo que siempre llevo conmigo
son mis gafas, clásicas, pero me quedan bastante bien.
Entro
en mi habitación, la maleta está abierta, la ropa preparada y todo
listo para irme hacia la estación. Sería un viaje de tres horas,
pero estaba tan eufórica que no me importaría esperar sentada en un
tren todo ese tiempo. La verdad, pensando, creo que me preocupaba más
estar en una casa a solas con mi novio que otra cosa que pudiera
preocupar mucho más. Como el dinero; había gastado todos mis
ahorros en este viaje, y nada, ni nadie, podría estropeármelo.
-¡Mamá!-grito
para que pueda oírme-¿Que hora es?-me asomo al pasillo.
-Son
las diez y media.
-¡¿Las
diez y media!?-cierro la maleta rápidamente, me miro una vez al
espejo para retocarme un poco añadiendo me brillo de labios y salgo
corriendo.- El tren sale a las once.
-¡Sora!-grita
mi madre llamando me.
-¿Qué
quieres mamá? ¡Voy a perder el tren!-me acerco a ella corriendo.
-Pásate
lo bien cariño.-Me abraza y me da un beso en la mejilla.-Ya le diré
a tu padre cuando venga de trabajar que te has ido porque llegabas
tarde.
-Gracias
mamá.-le miro con ternura y me despido de ella.-¡Te llamaré cuando
llegue a la casita!
-¡Disfruta
mucho con Imai!-sonrió dulcemente y se adentra de nuevo en la casa.
Mis
vacaciones comenzaban ahora, estaba realmente feliz de pasar el
verano fuera de la ciudad, sin ningún tipo de problema, con la
persona que más amaba en el mundo, con el que pasaría estos
hermosos dos meses. Sin ningún padre, sin nadie que nos pudiera
molestar, solamente estaríamos, él y yo.
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